Sex and The City apareció en nuestras pantallas por primera vez en 1998 y cambio lo que conocíamos de moda para siempre.

Carrie Bradshaw, Samantha Jones, Miranda Hobbes y Charlotte York, iniciaron tendencias, rompieron las reglas de la moda y pusieron en el mapa marcas que hoy en día conocemos y amamos.

Sin duda fue una de las mayores inspiraciones para vestir en mi adolescencia y un gran escape para alimentar mi amor por la moda.

Carrie Bradshaw

Es la definición de un Fashion Icon, siempre estaba un paso adelante de las tendencias y dispuesta a probar cualquier look.

Este personaje puso marcas en el mapa, creo el concepto de High-Low e impulso tendencias que aun vemos en las pasarelas.

Carrie siempre busca detalles especiales en sus prendas y utiliza al menos un elemento de diseñador fácil de reconocer. No le teme al color ni a los estampados.

Cuando viste de negro juega con las texturas, patrones y accesorios.

Charlotte York

El closet de Charlotte es el mas femenino de todos, siempre optando por algo femenino, romántico o preppy.

A menudo llevaba prendas de Ralph Lauren, Prada y Oscar de la Renta, usaba chaquetas a medida y vestidos femeninos. Su estilo se caracterizaba por líneas limpias, siluetas clásicas y zapatos elegantes.

En sus prendas predominan los tonos rosas y pasteles, así como prendas con volantes, lazos y lunares.

Miranda Hobbes

El estilo de Miranda estaba adelantado a su tiempo. En ese momento, ella no era la integrante más abiertamente a la moda pero gran parte de lo que vestía ahora está muy de moda.

En las primeras temporadas llevaba monos, sudaderas con capucha y chaquetas acolchadas, conforme avanzo en su carrera opto por blazers elegantes para la oficina y vestidos estampados, siempre manteniendo la practicidad.

Su guardarropa es coherente y sofisticado, apuesta por la calidad sin dejarse llevar por las tendencias.

Aunque no le tiene miedo al color en sus prendas predominan los colores suaves y profundos.

Samantha Jones

Sus looks eran sinónimo de vestimenta poderosa, atrevida y audaz, lleno de estampados contrastantes y colores llamativos, vestidos ceñidos y hombreras exageradas. Samantha usó su ropa con confianza y siempre se vistió para ser el centro de atención.